Hola familias:
Este primer mes ha sido de toma de contacto y conocimiento.
Queremos transmitiros nuestra alegría por el ambiente tan cohesionado y fluido que
se respira este arranque de curso. Estamos felices de ver cómo disfrutan el día a
día explorando, descubriendo y enseñándonos tantas cosas.
Para reforzar ese vínculo entre todo el grupo, empezamos y terminamos la semana
con diferentes técnicas de dinámica de grupo que consideramos muy importantes y
nos sirven para:
- Mejorar el clima y el aprendizaje.
- Integrar a todos los miembros.
- Desarrollar el sentido del “nosotros”.
- Enseñar a pensar activamente.
- Aprender a escuchar de forma comprensiva.
- Desarrollar la capacidad de cooperación, intercambio, creación, autonomía y
responsabilidad. - Vencer temores e inhibiciones, superar tensiones y crear sentimientos de
seguridad. - Crear una actitud positiva ante los problemas de las relaciones
interpersonales, favoreciendo la adaptación de todas las personas. - Facilitar la comunicación y la cohesión.
- Desarrollar la capacidad de participación.
Hemos compartido dinámicas de presentación para conocernos y poner en común
gustos, como un bingo de aficiones; de negociación, como la que plantea un
naufragio con determinados enseres en el que hay que priorizar qué nos llevamos,
de confianza, consistentes en realizar determinados movimientos corporales
oscilatorios con la confianza en que el grupo te va a sostener; y de conocimiento,
exponiendo cada miembro del equipo tres afirmaciones sobre sí mismo sobre
cualquier tema y el grupo tiene que adivinar cuál es la mentira.
Además, como ya sabéis, para acompañar en el aprendizaje vivencial dividimos el
día en una parte con retos propuestos por el propio equipo y otra de desarrollo de
proyectos personales y grupales y de juego libre.
Os contamos un poquito las cosas que hicimos este mes:
RETOS GRUPO ROSA - Lengua y literatura: leímos el poema de Gilgamesh, el texto más antiguo que
se ha conseguido recuperar y traducir (hacia el siglo XIII a. C.); practicamos
la acentuación de palabras agudas, llanas, esdrújulas y sobresdrújulas.
Conocimos diferentes géneros de novela, escribimos conjuntamente un
correo electrónico formal al alcalde de Mirones para invitarle al centenario de
la Escuela; y leímos fragmentos de la Ilíada y la Odisea de Homero. - Matemáticas: en el apartado matemático hemos realizado diferentes
operaciones tanto con fracciones como polinomios, además de las diferentes
propiedades de las potencias y las raíces. Introducimos las ecuaciones y
ayudamos al grupo amarillo en la preparación de una gincana matemática. - Historia y geografía: comenzamos con lo que en occidente se entiende como
Prehistoria: Paleolítico y Neolítico, situamos las Comunidades Autónomas y
provincias de España en el mapa y hablamos de las primeras civilizaciones
conocidas en Asia, África y América. - Ciencias: nos cuestionamos los diferentes tipos de movimientos que existen
en la vida cotidiana y calculamos dependiendo de la fuerza, la altura y la
posición, diferentes parámetros medibles. - Música: probamos lo que es el silencio, el sonido y el ruido a través de un test
sonoro de audición, conocimos los principales géneros musicales y tuvimos el
primer acercamiento a explorar con nuestra voz. - Inglés: en inglés realizamos las dinámicas propuestas para los amarillos en
esta lengua, además de clases específicas cortas en ratos de proyectos por
grupos reducidos. - TIC: descubrimos los diferentes tipos de materiales que existen en la tierra, la
utilidad que tienen y cómo la industria los adapta para sus necesidades. - Filosofía: se han producido reflexiones muy interesantes sobre la diversidad
con la lectura del cuento oriental “La vasija agrietada”; el derecho a la vida
privada paseando por las inmediaciones de la Escuela como hacían los
peripatéticos (discípulos de Aristóteles) y el hecho de ser consecuentes con
nuestros actos tras escuchar la letra de una canción llamada “Hipocresía”.
RETOS GRUPO AMARILLO: - Lengua y literatura: comprobamos cuánto vocabulario, expresiones
coloquiales y frases hechas de Cantabria conocemos o usamos; vemos lo
importantes que son los elementos de la comunicación y cómo influyen en la
transmisión o distorsión de un mensaje y también creamos una historia
colaborativa de ficción sobre el origen de Cantabria que después plasmamos
en un dibujo. - Matemáticas: realizamos diferentes operaciones tanto de suma como resta y
fracciones. Además fabricamos dinero para un reto matemático programado
para la semana siguiente tipo gincana, donde además de comprar de forma
ficticia y calcular importes, realizan una serie de acertijos para poder pasar
todas las pruebas. - Historia y geografía: hemos intercambiado imágenes y dibujos sobre el
universo, el sistemas solar y los planetas; indagamos sobre la historia de
Miera y Mirones, sus misterios y el centenario de la Escuela; vimos un vídeo
sobre los climas de España y después jugamos un Kahoot por parejas para
ver qué cosas habíamos averiguado. - Ciencias: seguimos con el cuerpo humano, las células y las diferentes
defensas que actúan cuando tenemos infecciones. Mediante vídeos y visual
thinking realizamos esta actividad. - Música: exploramos el sonido y el silencio, los diferentes tipos de melodías
que podemos usar si queremos componer nuestra propia canción e hicimos
pruebas con nuestra voz. - Inglés: realizamos un cómic en esta lengua.
- TIC: en tecnología realizaremos un volcán con materiales que pueden
encontrar por casa, para poder observar en el futuro las reacciones químicas
entre vinagre y bicarbonato sódico.
PROYECTOS
Algunos individuales y otros por parejas, ahora se están cociendo unos cuantos proyectos: - Patronaje de un vestido
- Diseño de un búnker
- Restauración de un PC antiguo
- Las cinco playas más bonitas de Cantabria
- Dibujos con mesa de luz
- Preparación de pruebas de educación secundaria
- Test de conducción de motocicletas
- Kahoot sobre El Hobbit
- Galopes
- Terremotos
- Miércoles Adams
- Ajedrez
- Londres
- Cantante Marta Santos
- Conejos
TALLER
Cositas que hemos probado en el taller: - Costura básica: punto sencillo, pespunte y cadena.
- Arcilla: reproducción de la escultura “Venus de Willendorf”.
DEPORTE
En el apartado del deporte en la pista, ambos grupos realizan los mismos
ejercicios a diferente nivel y coinciden un día a la semana para realizar juego libre
y seguir estrechando lazos entre ellos. Este mes hemos realizado juegos de
pelota, tanto de forma competitiva como de forma colaborativa. Entre ellos
destacamos el balontiro, pelota sentada, pilla-pilla por parejas con desplazamiento
de balón entre otros. En los tiempos de juego libre realizan otro tipo de actividades
con y sin pelota entre los que destacamos fútbol y baloncesto, juegos con la
pelota, exploración en el río de forma supervisada o divertirse en los columpios y
comunicarse entre ellos.
COCINA CON SUSANA
Inauguramos los talleres de cocina preparando unos deliciosos canapés, tortillas y bizcochos para fiesta del 100 aniversario de las escuelas de Mirones.
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Un millón de gracias Susana.
SALIDAS Y ACTIVIDADES DE LOS VIERNES - Convivencia de presentación de las familias. El viernes 8 disfrutamos de un chapuzón en el río Miera
. - Fiesta centenario Escuela. El viernes 29 celebramos el centenario de la
inauguración del edificio de la Escuela con un aperitivo elaborado en el
taller de cocina y una exposición fotográfica con fotos de antiguas alumnas
y alumnos. Acudieron cerca de una veintena de personas y se generó un
encuentro intergeneracional muy enriquecedor en el que intercambiamos
información muy interesante acerca de la historia de Mirones y la Escuela.
.
En este primer boletín de septiembre, queremos dar las gracias a Naomi por
colaborar con el proyecto como voluntaria, es una persona muy valiosa y cada día
con nosotros es un regalo tanto para el equipo como para el grupo.
Terminamos el boletín de nuevo con una reflexión de Jordi Mateu y con una noticia
muy importante. Viene a Mirones el 11 y 12 de noviembre para seguir profundizando
en el acompañamiento emocional y educación viva. En cuanto tengamos toda la
información os la pasamos. Las familias que pudisteis participar en la primera sesión
que tuvimos en enero, espero que podáis asistir y para las que no pudisteis en esa
ocasión ¡no lo dudéis! Es una experiencia de crecimiento personal brutal y todo un
lujo que un referente como él lo tengamos en nuestra escuela, en Mirones.
Es un fragmento de un documento que se titula “Ideas que estructura la escuela convencional»
La escuela es, por tanto, una institución centrada en el futuro, no en el presente,
una institución que defiende que para vivir, primero hay que aprender. Es
decir, la escuela no está pensada desde la mirada hacia los niños y sus
necesidades vitales -de protección y seguridad emocional, de autonomía y
autorregulación, de movimiento y juego espontáneo, de pertenencia y vínculos,
de autorrealización y autoestima, etc.-, sino desde la óptica social y económica,
en definitiva, desde las necesidades productivas determinadas por los grupos
sociales dominantes.
Así, el aprendizaje no es el resultado inevitable de vivir, de tener experiencias, la
escuela no está pensada como aquel espacio en el que los niños viven una serie
de experiencias a partir de las que cada uno va construyendo sus propios
caminos y aprendizajes, sino como un espacio para adiestrar pequeños y jóvenes
en el logro de competencias, valores y conductas determinadas por otros.
- Esta idea central encuentra su máximo complemento en otra, la segunda gran
idea que estructura no sólo las escuelas sino la mayoría de las relaciones con los
niños: que los niños son unos seres incompletos y que hay cambiar y conducir
para que sean algo más de lo que son.
De nuevo, el mismo patrón de pensamiento enfocado en el futuro, la infancia se
considera una preparación para la vida adulta, y no una etapa con entidad
propia. La causa de este modo de relacionarnos con los pequeños es obviamente
nuestros miedos como adultos.
Como padre, me reconozco este miedo. Tengo miedo que mi hijo no tenga, en el
futuro, esta o aquella capacidad o conocimientos para poder… Y desde el miedo,
nuestra actitud cotidiana hacia los niños está guiada por la expectativa y la
intención constante de enseñar y de cambiarlos. Las situaciones son tan sutiles
que a menudo nos pasan desapercibidas.
Un día, después de observar como yo jugaba al ajedrez con alguna otra persona,
mi hijo cogió el tablero y las fichas y me preguntó: ‘-¿Jugamos?’. Fuimos
colocando las fichas, él las blancas, yo las negras, y le mostré los movimientos de
las piezas en el tablero.
Durante un tiempo, tal vez por la angustia que le causaba la posibilidad de
perder, mi hijo incorporó una ficha extra al juego, una especie de fantasma
blanco que había tomado de su caja de muñecos, una ficha que tenía la
capacidad de moverse en cualquier dirección y, al encontrarse al lado de una
ficha mía, matarla. Una ficha inmortal contra la que el poder adulto nada podía
hacer y que permitía salvar su autoestima. En otras ocasiones, utilizaba otras
estrategias, como cuando en medio de la partida, el juego normativo y pautado
se transformaba en un juego simbólico, y de repente, los dos reyes escapaban
con sus caballos y se construían un castillo donde vivían otras aventuras.
Al cabo de unos meses, cuando él se sintió bastante seguro, decidió que ya no
quería el fantasma blanco y que ahora quería jugar como los grandes. Un día,
después de un movimiento de él, con toda mi buena intención, le indiqué un
movimiento mejor que podía haber hecho: ‘Mira, ¿no ves que podías haber
hecho esto y me habrías matado la reina?’ A medida que las palabras salían de
mi boca empezaba a notar mi error. Mi hijo se miró el tablero un rato sin decir
nada, pero cuando le volvió a tocar el turno, me miró, y me dijo: ‘¿Qué hago
ahora, ¿qué muevo?, yo no sé’.
El padre bien intencionado había convertido una situación de juego, una vivencia
de comunicación y de disfrutar, en una oportunidad para enseñar el hijo, que de
pronto había captado que el objetivo de todo ello era que él debía ser diferente,
más listo, más… ¡y no lo era! La mirada y la palabra adulta se enfocaban en
aquello que no era, más que en la vivencia.
Tal vez como adultos pensamos que la anécdota no tiene mucha importancia,
pero me pregunto cuántas veces, sin darnos cuenta, la relación con los niños está
guiada por la expectativa del adulto.
Imaginad que nuestra pareja tuviera esta actitud con nosotros, que en todo
momento tuviera la intención de enseñarnos algo y, en definitiva, de cambiarnos
para que fuéramos más listos, más rápidos, más… ¿Nos sentiríamos realmente
queridos, aceptados, relajados, o bien tanta expectativa e intención nos haría
sentir inferiores, incapaces, angustiados y no respetados?
Me pregunto cómo sería el mundo desde la aceptación profunda del otro, desde
el reconocimiento de toda persona, grande o pequeña, como legítima otra,
desde la confianza que toda persona está capacitada para tomar sus propias
decisiones, aunque no sea capaz de argumentarlas verbalmente.
Si observamos un niño pequeño durante el juego autónomo, toda su actividad
está orientada hacia el hacer, tocar, sentir, descubrir, apilar, sacar, meter,
observar… ¡aprender! Cuando la mirada adulta no juzga ni espera nada, sino que
establece límites para crear un ambiente relajado y seguro, el niño interactúa con
el entorno guiado por las propias estructuras internas, vive experiencias y como
resultado de éstas, aprehende y aprende del entorno.
Pero desde el momento que el niño entra a la escuela, su actividad está guiada
por la expectativa y la intención adulta de que debe ser mejor, tener más cosas o
ser juzgado.
El niño hace un dibujo libre y, guiado por alguna necesidad interior que él mismo
desconoce conscientemente, se dirige al adulto y le muestra el dibujo. ¿Y qué
decimos nosotros en estas situaciones? En general hay dos intervenciones: si el
dibujo no nos recuerda nada conocido, solemos preguntar: ‘¿Qué es?; y la
segunda, a menudo con la intención de reforzar la actividad o la autoestima
infantil: -‘¡Qué bonito!’
La primera intervención parte de la expectativa adulta que los dibujos deben ser
figurativos y representar o parecerse a algo de la realidad, algo que podamos
nombrar. La segunda, parte de la expectativa de que el niño necesita o se
beneficiará de una valoración adulta de su acción.
Pero en qué consiste la acción del niño? ¿Cómo interpretamos los adultos la
actividad artística de los niños? ¿El niño dibuja con la intención de agradar al
adulto, con la intención de representar la realidad, con un objetivo previo y
centrado en un resultado, o bien su actividad es el resultado de un deseo y una
necesidad inconscientes de hacer, de expresarse, de canalizar un mundo
interior, de crear nuevas conexiones neuronales, de disfrutar?
¿Y qué valoramos los adultos cuando nos dirigimos al niño? ¿Miramos el dibujo
como una ‘cosa’ que ha sido creada por el niño, o como la representación de un
instante más que de un proceso? ¿Qué nos expresa el niño en mostrarnos el
dibujo, cuál es su necesidad? ¿Necesita un juicio del adulto o bien nos muestra
un proceso y busca el reconocimiento adulto, no del resultado, sino de este
proceso y de él como capaz de hacer y, través del hacer, de reclamar ser un
legítimo otro?
En definitiva, ¿son los niños unos seres inferiores e incapaces que hay que guiar
para que mejoren y superen sus deficiencias, o bien son diferentes, con
necesidades diferentes, pero legítimos otros a quien hay que respetar en sus
decisiones desde la confianza que son capaces, con limitaciones, como todo el
mundo, y que por tanto necesitarán, como todo el mundo también, un
acompañamiento y una disponibilidad, pero capaces?
SEPTIEMBRE 2023 en Mirones