Mayo 2023

Comenzamos las mañanas con dinámicas de grupo en el exterior aprovechando el
buen tiempo, para reforzar la cohesión y la cooperación. Hemos jugado a faros y
barcos, el código secreto y el semáforo. Les causa mucha motivación el juego
llamado El pueblo duerme, que propusimos en un inicio en sesiones exteriores y
posteriormente se ha trasladado a iniciativa del propio grupo a los interiores en los
días de lluvia. Con él asumen diferentes roles dentro de la partida, defienden sus
posiciones, empatizan y ponen en práctica el debate, el diálogo y la toma de
decisiones.

Nuestros retos de este mes:

  • Comunicación: el grupo morado ha practicado caligrafía de palo, composición
    de palabras con letras desordenadas y separación en sílabas; hemos leído «El
    monstruo del cepillo de dientes» y hemos hecho actividades de caligrafía,
    sílabas y palabras formadas con abecedario encriptado. También leímos «La
    sombra del gran árbol» una historia de la relación especial de los nativos
    americanos con la naturaleza, hicimos actividades de creación de grupos de
    palabras, caligrafía y juegos de escritura.

El grupo azul sigue con la lectura de «Invisible», durante la cuál van surgiendo
reflexiones acerca de la empatía y el respeto en la convivencia escolar.
También hizo retos sobre adjetivos y sufijos.
El grupo verde continúa con la historia de » El guardián entre en centeno»,
dando también lugar a reflexiones y debates interesantes sobre los conflictos
internos durante la adolescencia; además hicieron actividades sobre
sinónimos, antónimos, palabras polisémicas y homófonas.

  • Ciencias: con el grupo verde aprendimos más sobre la sangre y sus diferentes
    características y cometidos dentro del cuerpo humano mediante la serie
    Érase una vez la vida.
    En ambos grupos han buscado sobre las partes de una célula y las funciones
    que cada una tiene.
    Vimos también el sistema inmune, los procesos víricos y bacterianos dentro
    del cuerpo, como reacciona el mismo ante esos procesos y lo que podemos
    hacer para evitarlo.
  • Inglés: con el grupo verde hemos hecho una base para un script de un
    cortometraje en Inglés y el grupo azul ha construido frases con distintas
    profesiones.
    Seguimos con el newsflash personal de distintos temas.
  • Historia: con el grupo azul seguimos adentrados en la Edad Moderna, donde
    realizaron un resumen sobre los reyes autoritarios, investigaron sobre un
    autor de relevancia de la época y de forma cooperativa respondieron
    diferentes cuestiones del aprendizaje adquirido durante la sesión.

Profundizamos en un personaje importante del Renacimiento como es
Leonardo da Vinci, haciendo una pequeña investigación de sus grandes obras
e inventos.
Vimos un vídeo sobre el siglo de oro español, realizando un pequeño resumen
en sus cuadernos del video, aprendiendo y aportando información externa
importante.
El grupo verde ha preparado individualmente presentaciones sobre la Edad
Moderna: Monarquías autoritarias, Humanismo, Renacimiento, Barroco,
Ilustración, Reforma religiosa y Revolución industrial con diferentes
herramientas: Powerpoint, Prezi y Canva. Después elaboraron de manera
cooperativa un juego Kahoot con preguntas con respuesta múltiple sobre la
Edad Moderna.

  • Matemáticas: el grupo morado ha estado practicando retos matemáticos con
    un laberinto con diferentes operaciones; hicimos matemáticas manipulativas
    comprando y vendiendo en «el mercado» y jugando al Monopoly para realizar
    sumas y restas con dinero e ir conociendo el valor del mismo. En los grupos
    azul y verde, los juegos de Escape room virtuales fueron la motivación para
    seguir con diferentes operaciones y conceptos matemáticos, realizado por
    grupos.
  • Geografía: el grupo verde completó los mapas físico y político de América del
    norte, investigando las banderas de los diferentes países.
  • Pista: seguimos con juego libre pero reglado, debido a que habitualmente
    estamos más tiempo realizando nuestros proyectos.

Nuestra última afición en las sobremesas es resolver acertijos de pensamiento
lateral con Black stories.

En los ratitos de música estuvimos practicando los acordes mayores de piano.

Los proyectos:
Leo nos ha presentado su proyecto sobre el Kárate.
Asedu y Hugo han presentado el suyo compartido sobre los Dragones de Komodo.
Jimena ha presentado su proyecto sobre Caballos árabes.
Alma nos ha presentado su proyecto sobre Dependencia emocional.
Melvin nos presentó “El viejo roble”, un lugar muy especial en el que disfrutar de una
convivencia en plena naturaleza en Cantabria.

En los talleres de cocina con Susana, elaboraron las siguientes recetas:

  • Pastel salado de arroz con verduras, bacón y mozzarella gratinada.
  • Tarta de zanahoria.
  • Bizcocho y compota de manzana.
  • Ramen.
  • Brownie de plátano y cacao.

Los viernes:

  • El viernes 5 tuvimos presentación de proyectos estuvimos ordenando el
    material de manualidades y algunas personas comenzaron con pulseras de
    macramé.
  • El viernes 12 tuvimos presentación de proyectos y taller de ilustración y
    cómics con Samuel, el hermano de Said y Asedu.
  • El viernes 19 tuvimos presentación de proyectos y vimos “Ratatouille”, una
    historia que reflexiona sobre la pasión, el esfuerzo, la confianza en una
    misma, el coraje y la capacidad para arriesgar en un entorno hostil.
  • El viernes 26 hicimos una salida a los pozos de Valcaba, en Pámanes. Desde
    los tiempos de los romanos, Peña Cabarga se explotó para la obtención del
    hierro, llevándose esta actividad minera a gran escala desde finales del S. XIX.
    Para el lavado del mineral se perforaba el suelo hasta alcanzar su nivel
    freático, creando este tipo de pozones que están repartidos por toda
    Cantabria.

Para finalizar este boletín de mayo hablaremos del acompañamiento
igualitario de la mano de Jordi Mateu y lo cerraremos con una reflexión final
sobre los tipos de acompañamiento.

El acompañamiento igualitario
En este tipo de acompañamiento el adulto desea que el niño entienda las razones por las qué pasan las cosas o se prohíben acciones. Cuando expresaun límite, el adulto explica con detenimiento los motivos por los que no permite que el niño haga algo para que éste no se sienta frustrado o incluso para que
se convenza de la necesidad del límite. El adulto no desea que el niño haga las cosas por obediencia a una autoridad externa, sino por propia convicción.
Un día, en una escuela, observé esta escena entre cuatro niños de primaria y una acompañante en prácticas. Los niños estaban en el ambiente de matemáticas, dos de ellos en el suelo con unas regletas de cálculo, otros dos sentados en sillas alrededor de una mesa. Los que estaban en el suelo empezaron a hacer deslizar las regletas por el parquet, lanzándolas de uno a otro. El acompañante de prácticas se acercó y se dio esta conversación:

  • Aquí en la sala de matemáticas no se pueden lanzar objetos – expresó el
    adulto.
  • ¿Por qué no? – preguntó uno de los niños.
  • Porque molesta a los demás – contestó el adulto.

En ese instante, los niños que estaban sentados en las sillas intervinieron:

  • A mí no me molesta – dijo uno.
  • A mí tampoco – añadió el otro.
  • Ves, no molesta a nadie – dijo uno de los niños que lanzaba las regletas.
  • Pero me molesta a mí – dijo el adulto.
  • Ya, pero tú no eres un niño, tú estás aquí para cuidarnos. Además, somos
    mayoría a los que no nos molesta – añadió uno de los niños.
    El adulto, un poco perplejo, continuó con los argumentos:
  • A vosotros no os molesta, pero si viene algún otro niño, no podrá hacer
    matemáticas si estáis tirando cosas.
  • Bueno, pues cuando venga alguien le preguntamos si le parece bien – dijo uno
    de los pequeños.

    Ante la habilidad de los niños, la practicante buscó nuevas razones:
  • Si tiráis las regletas, no sólo hacéis ruido, sino que se ralla el parquet.
  • Pues las envolvemos en esta tela, así ni hacemos ruido ni rallamos nada –
    continuó uno de los niños.
    En ese instante, la persona de prácticas se giró hacia la educadora que estaba
    observando la escena, en demanda de ayuda. La educadora se aproximó a los
    niños y les expresó:
  • Si tenéis necesidad de lanzar cosas, podéis ir afuera, allí hay muchas
    maderas.
  • Pero queremos estar aquí – dijo, uno de los niños.
  • Aquí no se pueden lanzar cosas – añadió la educadora.
  • ¿Por qué no? A nosotros no nos molesta – volvió a expresar el pequeño.
  • Porque es la norma de la escuela. Hay cosas que las decidís vosotros, otras que las decidimos entre todos, y otras que las decidimos las personas adultas.
    Y esta norma la hemos decidido los adultos. Si deseáis lanzar cosas, podéis hacerlo fuera, aquí no está permitido.
    Los niños se miraron entre sí, sonrieron, recogieron los materiales y se fueron
    del ambiente. Muchas personas cuando empiezan a reconsiderar su manera de actuar con
    los niños, suelen confundir el respeto con un exceso de permisividad, cosa que acostumbra a generar un ambiente caótico y poco relajado en que los niños están tensos y dispersos. Las personas igualitarias piensan que el límite se sustenta en la razón y no en la autoridad, y por ello suelen dar explicaciones muy detalladas de los motivos por los que es necesario respetar un límite. Sin embargo, hay muchas ocasiones en que un niño no puede o no quiere entende
    r un límite, y desde mi punto de vista lo no respetuoso es insistir excesivamente en los argumentos.

El acompañamiento igualitario puede estar provocado por varias razones. En ocasiones el adulto opta por situarse al mismo nivel que los niños porque se siente inseguro y no desea equivocarse. Para evitar sostener el peso de tomar una decisión y la posibilidad de equivocarse, el adulto comparte una
responsabilidad propia con los niños. Al hacer esto, es posible que lleve a los niños a haber de afrontar una situación para la cual no cuentan todavía con suficiente madurez o experiencia, o directamente no les pertoca. Por ejemplo, cuando los padres se separan, pedirle a un hijo pequeño que decida con quiere
ir a vivir, suele ser un peso excesivo. No estoy afirmando que no se tome en cuenta, entre otros aspectos, el deseo que el niño pueda expresar, sino lo que cuestiono es la situación en la que el adulto elude su
responsabilidad de decidir lo que es adecuado.
En otras ocasiones, el adulto comparte una decisión importante con los niños porque desea que éstos aprendan a vivir en una sociedad igualitaria. Por ejemplo, en algunas escuelas libres las asambleas tienen la función de decidir consecuencias para los conflictos individuales entre niños. Cuando dos niños
tienen un problema, uno de ellos puede llevar el tema a la asamblea para que ésta tome una decisión sobre cómo solucionar el tema. La asamblea es soberana entonces para dar soluciones
e imponer consecuencias.
Desde mi punto de vista, como argumentaré más adelante, la mediación, la autorregulación, o la solución de conflictos no es lo fundamental en el acto educativo, sino el acompañamiento que cuida la calidad de las relaciones. Y ese tipo de acompañamiento requiere de personas maduras, que perciban lo adecuado, que pongan la atención en lo esencial, y no simplemente que apliquen protocolos o impongan consecuencias.
En nuestra escuelita los niños participan en asambleas regularmente para hablar de temas que afectan a todo el grupo o a toda la escuela, para decidir sobre normas genéricas y sobre conflictos colectivos, como por ejemplo, cuánto tiempo se puede utilizar un material común como la cama elástica.
Pueden proponer actividades y espacios, pueden cuestionar las normas que tenemos, y se pueden tratar conflictos en grupo entre las personas implicadas, pero no permitimos que los conflictos personales se hablen en asambleas generales, porque pensamos que en ese contexto es difícil que se pueda cuidar
lo esencial.

El acompañamiento igualitario es bastante común en espacios educativos que desean que los niños construyan una sociedad más justa. Se parte de la base de que si los niños son tratados con igualdad, construirán una sociedad justa. Y desde luego la justicia social es también uno de nuestros deseos. Pero a
menudo he observado que cuando la educación se ideologiza, el acto educativo pone más el énfasis en cambiar a los niños al servicio de la construcción de un modelo social, que en la propia relación.
En general, el debate en materia educativa se ha centrado sobre todo en las necesidades sociales y económicas. Es decir, el acto educativo se ha definido en función de una finalidad social, es un acto al servicio de la construcción de un ideal de sociedad, que en función de las identidades de los grupos sociales, se define de manera diferente, y otorga un peso diferenciado a lo colectivo frente a lo individual, y a la equidad frente a la diversidad. En esta lucha excluyente, cada grupo social defiende su modelo de sociedad, y entiende el acto educativo como un medio para la consecución de ese objetivo.
En este paradigma, el acto educativo es siempre ideológico. De hecho, cualquier acto que uno hace puede ser interpretado como un acto político o ideológico. ¿Significa eso que la educación es necesariamente ideológica? Desde el punto de vista de la educación viva, no como acto, quizás sí como
interpretación.

La percepción de lo adecuado no es el resultado de una idea, si por idea entendemos un proceso sobre todo cognitivo, sino el fruto de un estado de consciencia amplio que implica todo el organismo en interacción con los sistemas de los que forma parte.
En consecuencia, creo que es un error poner el énfasis en que el acto educativo se justifique sobre todo en la construcción de sociedades justas o liberales.
Cuando se da esta situación, el niño acaba convirtiéndose en un peón ya sea para la reproducción o para la transformación social, es decir, lo adecuado es substituido por lo correcto, y entonces es fácil que las necesidades vitales del niño no sean satisfechas suficientemente. Al ocurrir esto, el movimiento de las
personas ya no parte de un organismo sano que ama en la relación, sino de un organismo desregulado que necesita compensar su miedo y su sufrimiento a través de imponer su poder en la relación.

El adulto igualitario no quiere imponer límites desde la autoridad, ya que considera que ésta es mala por definición, genera dolor y produce una sociedad basada en la imposición del poder. Suelen ser personas mentales y con gran capacidad lingüística, capaces de justificar con palabras sus acciones o
motivaciones. La utilización del lenguaje refleja su deseo de abandonar ciertas expresiones y sustituirlas por símbolos no autoritaristas. Palabras como maestro o educador son sustituidas por acompas, la palabra papá o mamá es substituida por el nombre propio del progenitor, el uso del género femenino acompaña o sustituye al masculino siempre que sea posible, o se inventan nuevos símbolos que incluyan a tod@s.

Las personas que adoptan un perfil igualitario a menudo han padecido un acompañamiento muy directivo en su propia infancia. Por ello, desean por una parte no causar ese dolor a sus hijos, y al mismo tiempo, como su autoestima está un poco dañada, desean evitar que sus hijos les dejen de querer. En consecuencia, a menudo eluden poner límites cuando es necesario contener al pequeño, y cuando ya no es posible permitir la acción del hijo, utilizan un exceso de palabras para intentar convencer al niño de la razón por la cual no se le permite hacer algo, pero con una energía y un tono de voz que transmiten al niño el dolor que siente el adulto al haber de realizar esa acción tan opresora.

Parece como si el adulto expresara al hijo que se le está cometiendo una injusticia al frustrar su deseo, es decir, que es víctima de un abuso de poder.
En general, cuando uno actúa sobre todo desde la mente, hay mucha confusión, porque desde esta dimensión, cualquier cosa es posible, cualquier argumento puede ser rebatido con otro argumento, incluido éste. Y es muy cansado, porque todo es analizado y cuestionado constantemente, no sólo por ellos, sino por sus propios hijos también, que llegan a ser bien hábiles en descubrir las incoherencias del discurso y pensamiento adulto. De manera que las personas igualitarias, si se mueven sobre todo desde el miedo, suelen estar agotadas, y si lo hacen sobre todo desde la ideología, además están enojadas.
Mi experiencia es que los pequeños que habitan en un entorno igualitario, suelen ser niños enfadados y con mucha queja, que sufren cuando la vida les impide llevar a cabo su deseo. Y en estas circunstancias, más que conectar con el dolor y transitarlo, adoptan una postura victimista o agresiva. Son niños que han perdido su intuición y su alegría interna, en beneficio de un exceso de racionalidad e hipersensibilidad.

VALORES Y CREENCIAS DEL
ADULTO

● Los niños son iguales al adulto
● La autoridad es mala, genera opresión y dolor
● Si los niños entienden la razón, actuarán por propia convicción
● Si se sienten tratados con igualdad construirán una sociedad justa
● Hablando se entiende la gente
● Todo es relativo
● Educar es dialogar,
negociar, pacta
● Frase resumen: Somos iguales

NECESIDADES DEL ADULTO

● Deseo que lo entiendas
● No quiero hacerte daño
● No quiero que me dejes de querer
● No quiero equivocarme

POSIBLES CONSECUENCIAS SOBRE LA PERSONALIDAD DEL NIÑO

Victimismo y queja
● Evitación de confrontar los límites
● Enfado y ansiedad
● Exceso de racionalización y defecto de intuición

El proceso de cambio personal
Como dijimos anteriormente, cualquier acompañamiento puede ser adecuado en un momento dado. Puede ser adecuado dirigir, motivar, proteger, estar ausente, excluir y situarnos en una posición de igualdad con el niño. Si se parte de una percepción, como resultado de un estado de consciencia amplio, cualquiera de esas acciones puede estar dentro de lo adecuado. En cambio, si se trata de una acción que parte de un patrón interno, que se aplica como un método, entonces es posible que no tengamos suficientemente en cuenta las necesidades del niño. Pero, ¿Cómo saber si nuestro comportamiento es el resultado de una percepción o de un patrón interno?
Los patrones son repetitivos y se aplican con independencia del contexto. Se trata de un condicionamiento que limita la libertad de acción del individuo, de manera que ante un estímulo determinado el organismo suele reaccionar cotidianamente con un mismo tipo de respuesta. Es una asociación de estímulo – respuesta que prevalece sobre el resto de procesos asociativos en
el organismo.

Este tipo de condicionamientos puede estar localizado en cualquiera de las capas que estructuran el organismo humano: la capa bioenergética, la somática, la emocional y la cognitiva. Seguramente la realidad es mucho más compleja que esta clasificación, y desde luego todas las capas se encuentran
relacionadas entre sí de múltiples maneras, pero el mapa me parece suficientemente simple y operativo como para facilitar el camino de crecimiento.
A nivel temporal, el proceso de condicionamiento puede ocurrir durante la concepción, gestación y nacimiento, conformando el temperamento innato de la persona, durante la historia de vida del ser humano, dando origen al carácter, o bien puede estar presente en el contexto sistémico del individuo, quizás en lo que Laszlo denomina la dimensión del campo, y que tendría como resultado un
condicionamiento que afecta inicialmente la capa bioenergética del organismo.
Más adelante explicaré con detalle la cosmovisión y la estructura de la personalidad humana en que se basa la educación viva.

Como dije anteriormente, en mi opinión el proceso de cambio puede seguir dos caminos en paralelo: el autoconocimiento y el cultivo de la presencia. El primer camino implica descubrir la estructura de nuestra personalidad y descondicionar los patrones que nos impiden percibir lo adecuado. Es un proceso de toma de consciencia de cómo funcionamos, de cómo pensamos, sentimos y experimentamos la vida. Es un proceso sin fin, dado que como materia que somos, siempre estaremos condicionados de alguna manera por nuestros esquemas. Pero a través de este proceso podemos ganar mayor margen de libertad y plenitud, y como resultado acercarnos más a la percepción de cuál sería un acompañamiento adecuado.
Uno de los peligros en este proceso de autoconocimiento es el juicio hacia uno mismo. A medida que uno va descubriendo sus propias sombras, es fácil entrar en el rechazo de uno mismo. Cuando descubro, por ejemplo, que mi falta de presencia y mi enfado hacia mis hijos no proviene de su comportamiento sino de mi ansiedad latente y mi autoestima dañada, es sencillo que me sienta menospreciado y tienda bien a auto flagelarme, cayendo en una culpa depresiva, bien a abandonar la voluntad de mirarme.

Mayo 2023

Navegación de la entrada


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *